Del mito a las teorías. La existencia de los gigantes
Del mito a las teorías. La existencia de los gigantes
El gigante es una criatura de aspecto humanoide de tamaño encumbrado y fuerza descomunal. De estos misteriosos seres existe una prolífica creencia tanto en la religión, la mitología y el folklore de distintas culturas, como también en la literatura y en otros medios contemporáneos como el cine y el comic que también han narrado historias increíbles relativas a estos seres.
En la religión también pueden existir como el clásico Goliat del judaísmo muerto por David o el gigante Isbi-benob que también enfrento al mítico rey judío. Es increíble este versículo bíblico del Génesis, Cap. IV vers. 4:
“Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que entraron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de nombre”.
Es probable que David se haya enfrentado no solo con Goliat
Según algunas tradiciones árabes el mismo Adán fue creado por Dios como un gigante y los ángeles celosos confabularon hasta hacer que el creador le diera un menor tamaño, es curioso como en la mitología griega hay un gigante de nombre Adano un titán hijo del cielo y de la tierra, esto es muy asombroso si lo relacionamos con el citado versículo bíblico. Adán también está relacionado con Alulim o Adapa de la mitología sumeria que también era un ser colosal.
Una leyenda judía extrabíblica señala al gigante Og que se salvó colgándose al techo del arca de Noe y que posterior al diluvio fue el fundador de un reino al norte de Transjordania.
Hay también un curioso pasaje bíblico relacionado con Moisés cuando este envía espías para explorar la tierra prometida, el fragmento es extraído de Números Cap. 13 vers. 27 y 28:
“Fuimos al país que nos mandaste y es verdad que es una tierra rebosante de leche y de miel: aquí están sus productos. Pero el pueblo que ocupa el país es poderoso y las ciudades parecen fortalezas muy grandes. Hemos visto hasta descendientes de los gigantes”.
Los gigantes bíblicos puede que tengan un origen alegórico ya que esto servía para exaltar el heroísmo de los soldados israelitas que lucharon contra ellos.
En la mitología también encontramos estos seres fabulosos. En Grecia está el enfrentamiento de los dioses con los titanes. Los titanes son seres poderosos y gigantescos que gobernaron durante la legendaria Edad de Oro, estos eran hijos de Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra). Estos eran Titán (el primero de su estirpe), Océano, Cronos, Hiparión, Ceos, Críos y Japeto, este último esta sindicado por los helenos como el padre de la raza blanca. En su versión femenina están Tetis, Temis, Mnemosina. Febe, Rea y Teia. Seres que también son gigantes, pero de aspecto más fabuloso dentro del mundo griego podemos nombrar a los Cíclopes (seres de un ojo, herreros de los dioses) y los Hecatónquiros (gigantes con 100 brazos y 50 cabezas).
El titan Prometeo según Consantin Hansen
En la mitología nórdica encontramos a Ymir el fundador de la raza de los gigantes del reino de Jötunheim o “gigantes de la escarcha” o su nieto Bergelmir que fue el fundador de la segunda raza de gigantes del hielo, estos siempre se hayan en conflicto con los dioses. También existen los gigantes del fuego o “muspelis” ya que residían en Muspelheim, los más icónicos son Surt y Fornjót, los muspelis tenían un rol apocalíptico ya que su finalidad era causar la destrucción final del mundo incendiando el árbol del mundo Yggdrasil al final del Ragnarök (“destino de los dioses” es la batalla del fin del mundo). Para los nórdicos estos descomunales seres representan el caos primitivo y la indomable y destructiva naturaleza.
Thor en la batalla contra los gigantes de Mårten Eskil Winge
En otras mitologías también encontramos a seres monumentales como los Akureri en la mitología hindú, estos eran una raza de gigantes malévolos que vivieron en los primeros tiempos. En la mitología sumeria está el caso de Gilgamesh y Enkidu que se cree que alcanzaban un tamaño cercano a los seis metros. En Mesoamérica, en la cultura azteca, existe el caso de los gigantes Quinametzin que fueron castigados por los dioses porque estos no los veneraron. También en las epopeyas de la India primitiva específicamente en el Ramayana y el Mahabharata encontramos un extenso catálogo se seres gigantescos, de origen demoníaco y que están en permanente conflicto con los seres humanos.
Combate entre Gilgamesh y Enkidu según el ceramista Neil Dalrymple
También podríamos argumentar la existencia de seres colosales de acuerdo a las curiosas construcciones ciclópeas que se encuentran en distintos puntos de la tierra, lo expuesto es la teoría del misterioso historiador medieval Saxo Grammaticus que argumentaba que los gigantes tenían que existir, porque ninguna otra hipótesis explicaría la construcción de tales edificaciones como los monumentos megalíticos, las grandes murallas, etc. Los antiguos vascos, por ejemplo, creían que los dólmenes y los menhires habían sido construidos por dos razas de gigantes llamados los Jentilak y los Mairuak. En Bolivia, como parte de la cultura Tiahuanaco se han encontrado construcciones monumentales como pórticos de piedra de tres metros de altura por cuatro de anchura, con falsas ventanas y detalladas esculturas en una sola piedra de más de diez toneladas, todo esto construido como morada o centros relacionados al culto por los supuestos gigantes.
Fotografía de un dolmen en Cornwall en Inglaterra
La antropología también puede dar algunas señales como el accionar de la tribu de los Malekulas en Nueva Guinea que siguen erigiendo, sin saber lo que hacen, enormes piedras de más de diez metros de alturas en honor a un pasado primordial y superior, con exactas características de adorar a seres que pareen ser gigantes.
Interesante resulta la teoría de Hanns Hörbiger que señalaba que la luna era el cuarto satélite que tenía la tierra, los anteriores satélites estaban mucho más cerca de la actual tierra y por lo tanto la atracción lunar era mayor y por ende el peso de los objetos terrestres se veía disminuido, era así entonces como los seres que existieron en esa época pudieron crecer más y tener menos peso. De esta teoría resulta increíble que haya habido humanos gigantes, pero curiosamente explica el tamaño de los reptiles jurásicos o posteriormente la megafauna de las eras glaciales. Es atrayente suponer que una mayoría de mamíferos tuvieron su contraparte gigantesca en tiempos remotos, solo hay que pensar en el mamut (elefante), el milodon (perezoso) o el megaloceros (alce) por nombrar algunas especies.
En el plano esotérico la famosa ocultista rusa Madame Blavatsky quien aseguraba tener acceso al libro más antiguo de la humanidad “Libro de los Dzyan” también defendía la teoría que en el periodo secundario (contemporáneo a reptiles o dinosaurios de más de treinta metros) había existido una raza de gigantes y esta había sido la primera raza humana, al respecto Blavatsky señalaba en los círculos esotéricos del Siglo XIX “El hombre secundario será descubierto un día, y, con él, sus civilizaciones extinguidas hace muchísimo tiempo”.
La teosofa Helena P. Blavatsky defendía la tesis de distintas razas anteriores al ser humano
Otro caso curioso es documentado por Lobsang Rampa en su conocida obra “El Tercer Ojo” que señalaba que en el Tíbet vio tres sarcófagos de piedras negras adornado con grabados extraños, dentro de ellos vio cuerpos de tres a cinco metros recubiertos de oro. Estos seres tenían la cabeza muy grande, la mandíbula estrecha, boca pequeña y los ojos muy hundidos. El decano de los lamas le había indicado al autor que estos seres eran antiquísimos y su origen se remontaba de cuando brillaban otras estrellas en el cielo.
Si todo lo expuesto fuese cierto podríamos suponer que la desaparición de los gigantes se debió a las condiciones de la tierra y de su atmósfera que acabo con la degeneración fisiológica de estos seres o de los conflictos que nacieron por disputar la tierra con el ser humano.
por Daniel Lobos Jeria
Bibliografía:
Las Fiestas Rituales. Los Gigantes. Lia Rubio Sterzul. Editorial Mundi, Buenos Aires. 1964
El Retorno de los Brujos. Louis Pauwels, Jacques Bergier. Editorial Publigráfica. 2012
La Biblia. Latinoamericana. Ediciones Paulina, Madrid. 1988
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