Abraxas, el Dios de Dioses



Abraxas, el Dios de Dioses

Es una deidad muy poderosa que representa una dualidad, es lo bueno y lo malo, es el amor y el odio, la luz y la oscuridad, en esta entidad confluyen la polaridad de todas las cosas, al ser dios y demonio es un ser que está más allá del bien y el mal. Es un dios oculto ya que los seres humanos no lo pueden percibir directamente ya que subyace al día y a la noche. Abraxas es lo femenino y lo masculino, es el hermafrodita de los primeros orígenes. Estas dualidades se explican ya que los primeros cultores de este dios pensaban que era el padre de todos los demás dioses, debía ser una síntesis de todas las religiones y por ende debía contener todos los extremos. 

Abraxas es un dios de origen gnóstico, los cultores de esta divinidad solían creer que estaba por sobre otros dioses ya que era el maestro de todas las divinidades y por lo tanto el dios supremo de este planeta en el que confluían todas las fuerzas contradictorias y las deidades opuestas. Los primeros seguidores creían que si verbalizaban el nombre de Abraxas podían tener capacidades mágicas para influir en eventos o realizar prodigios. 


Orígenes

El origen del nombre Abraxas tiene varias teorías. Los etruscos lo llamaron Abrasax o Abracax mientras que los druidas celtas los conocían como Abrxia. Otra teoría señala que los primeros gnósticos tomaron el nombre de esta divinidad del dios egipcio Abrax Sax nombre que significaba “Palabra sagrada”.

Abraxas es un nombre simbólico ya que cada letra de su nombre representa a cada planeta conocido en la antigüedad, los siete planetas clásicos observables (La Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno y el Sol). A su vez, estos siete planetas son el fundamento de los siete días de la semana, domingo es el día del Sol, lunes es el día de la Luna, martes es el día de Marte, miércoles es el día de Mercurio, jueves es el día de Júpiter, viernes es el día de Venus y sábado es el día de Saturno. Según lo expuesto Abraxas representa para los gnósticos la fuerza que organiza la creación del cosmos. 

Los Basilidianos creían que la suma de las letras del concepto “Abraxas”, según los valores numéricos de la Isopsefía griega daba un total numérico de 365.


Esto equivale a la sumatoria de los días del año, nuevamente estamos ante una tesis relacionada con la organización del cosmos. Abraxas también es descrito por Ireneo de Lyon como el “Padre Ingénito” que gobierna los “365 cielos” que era la forma en que el mundo griego comprendía los ciclos diarios del día y la noche. 

También se conoce como “Abraxas” las piedras con la efigie de este dios utilizada por los gnósticos como talismanes capaces de proteger ante todos los males. Estas piedras mezclaban la figura de Abraxas con símbolos provenientes de distintas culturas principalmente caracteres de origen egipcio, griego, judío o persa. 

Piedra Abraxas


Estética

Abraxas suele ser representado como una quimera donde confluyen la mezcla de varios seres, su representación más clásica nos muestra un ser con una cabeza de gallo, aunque a veces, sin embargo, se le representa con cabeza de león, tiene serpientes en lugar de piernas, en su mano derecha blande un látigo y a su izquierda lo resguarda un escudo, un pectoral le protege el pecho, elementos que nos indica que Abraxas está en posición de combate. Suele estar en movimiento hacia la derecha, ya que representa la rectitud al ser la dirección del camino de los “diestros”.

Este dios no se puede comunicar verbalmente con sus adeptos, aunque sus fieles creían que este dios se podía manifestar mediante mágicas inscripciones que podían aparecer en cualquier parte, principalmente en el suelo, las paredes o puertas de una habitación o incluso grabados en la piel de quien lo estuviese invocando.

Grabado de tinta con la representación clásica de Abraxas


Culto

El inicio del culto a Abraxas se rastrea en la antigüedad, era la deidad suprema de los Basilidianos, secta gnóstica fundada por Basílides de Alejandría en el siglo II, este gnóstico se refería a Abraxas como “el Gran Arcano”, era el dios de los principados de las 365 esferas de la creación, era un mito solar y por ende estos cultores lo asociaban con el sol. Para los Basilidianos esta divinidad no había sido concebida, de él provenía todo lo creado, representa la salvación del hombre cuando estos lograban encarnar a Abraxas en su propia personalidad. Este grupo pensaba que Abraxas fue el creador del mundo y que posteriormente para gobernar este plano de existencia Abraxas se decidió ser reemplazado por el espíritu benevolente de Jesucristo.

En la edad media, cuando ya en toda Europa el cristianismo lucha en contra de las ideas paganas Abraxas se transforma en su fondo y forma en un grotesco ser de cuerpo deforme, de su estética original solo conservará sus piernas de serpiente, la Iglesia Católica lo considerará un demonio más y las ideas de origen Basilidiana serán tomadas como herejía.

Imagen de Abraxas en la edad media


Abraxas al ser un dios de extremos que contiene todas las potencias de la bondad y la maldad sus cultores pensaban que el comportamiento de este dios también era de carácter dual, Abraxas podía ser piadoso con todo aquel que seguía el camino de la rectitud y cuya recompensa era el cumplimiento de sus deseos, pero al mismo tiempo era implacable con las malas personas.


por Daniel Lobos Jeria


Bibliografía:  
                               
Jung. El Cristo Ario. Richard Noll. Javier Vergara Editor. 2003

Fuentes:

El Pensante. Tejiendo el Mundo

Gnosis Instituto Cultural Quetzalcóatl





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