Los Misterios de la Combustión Espontánea
Los Misterios de la Combustión Espontánea
Este es un fenómeno increíble donde supuestamente las personas se incineran sin una fuente externa de calor y cuyos cuerpos quedan mayoritariamente reducidos a cenizas, lo enigmático del asunto es que las habitaciones o los objetos que rodean a las víctimas de combustión espontánea presentan escaso o ningún daño provocado por el fuego. La creencia en la combustión espontánea se debe a que se han encontrado muchos casos en los últimos siglos donde no se puede determinar la causa de la ignición ni donde fue el origen de la combustión.
La combustión espontánea presenta una gran diferencia con las víctimas de un incendio común y es que estas se carbonizan conservando la estructura del cuerpo completo no así las de combustión espontánea que se reducen por completo a cenizas o en algunos casos conservando parte de alguna extremidad ya sea, por ejemplo, la cabeza, un pie o manos que no se alcanzan a quemar. Lo anterior presenta una cuota de misterio muy importante ya que, si bien existen posibles causas, no se ha podido explicar, por ejemplo, como casi todo el cuerpo puede terminar en cenizas, incluyendo los huesos que requieren una temperatura altísima para ello, que incluso no se alcanza en los crematorios convencionales alimentados por combustible.
El cuerpo calcinado de Helen Conway
Hipótesis de la combustión espontánea
Una de las hipótesis más aceptadas es la que se denomina el “efecto mecha”, primero, por ejemplo, la victima muere de un infarto o derrame cerebral en donde un cigarrillo prendido o una chispa de algún fuego cercano prenda la ropa o tela que cubre el cuerpo y esta empieza a arder, luego la grasa subcutánea del cuerpo se derrite y es absorbida por la ropa o tela, es similar al proceso de quemado de una vela. La grasa humana posee una gran cantidad de energía ya que posee largas cadenas de hidrocarbonos, esta arde a una temperatura de 215°C, aunque, si está impregnada en una mecha puede arder a una temperatura bastante menor. Las partes del cuerpo que están desnudas pueden quedar sin quemarse, pero el resto del cuerpo queda completamente incinerado. De ser aceptada esta explicación la combustión espontánea no sería una causa de muerte directa sino la nefasta consecuencia de otro suceso primario.
Una antigua teoría que data del siglo XVIII y pertenece a John H. Cohausen señala que algunas sustancias contenidas en el cuerpo pueden iniciar algún proceso de fermentación y que al mezclarse con algún tipo de alcohol sumado a los movimientos internos del cuerpo por la noche puede generar algún tipo de llama. Lo anterior no suena descabellado si se considera que una porción considerable de casos de supuesta combustión espontánea eran personas que tenían problemas de alcoholismo. También está la teoría de la cetosis, que se presenta mayormente en pacientes diabéticos, esta se produce cuando el cuerpo no tiene carbohidratos para quemar, entonces libera acetona, que es altamente inflamable, por más pequeña que sea la fuente.
Otras teorías señaladas tienen relación a que el fuego corporal se puede producir bajo ciertas circunstancias por una fuerte alza en una descarga de electricidad estática. Un golpe eléctrico estático perceptible al realizar ciertas actividades mide aproximadamente 3.000 voltios. La carga eléctrica puede subir a niveles muchos más altos dependiendo de otras condiciones tales como la humedad. Caminar por una alfombra puede crear una diferencia de potencial de 1.500 a 35.000 voltios.
Las explicaciones más extrañas señalan en tanto que estas misteriosas combustiones son ocasionadas por malévolos espíritus o demonios o también por partículas subatómicas extrañas.
Hay ciertos denominadores en común en los casos que se conocen, por ejemplo, siempre el fenómeno se presenta al interior de una habitación nunca al aire libre, generalmente las víctimas presentan alguna enfermedad que les producía problemas de movilidad como sobrepeso o algún grado de discapacidad, además en la mayoría de los casos quienes sufrieron el fenómeno eran adultos mayores que se encontraban en situación de soledad.
Algunos casos
En 1966 el medidor de energía Don Gosnell encontró quemados los restos del Dr. John Irving Bentley en el baño de su hogar en Coudersport, Pennsylvania. El testigo aseguro que en el suelo del piso inferior había un montón de cenizas, de unos 35 centímetros de altura, aunque el suelo debajo de la ceniza no estaba marcado, al subir al piso superior se encontró con la macabra escena. Bentley la noche anterior estaba vivo y con amigos antes de ser encontrado muerto. Del Dr. Bentley que tenía 92 años cuando ocurrió el fenómeno solo quedo una pierna y una pantufla.
Lo único que quedo del cuerpo del doctor John Bentley
Robert Francis Bailey era un indigente ingles de la localidad de
Lambeth, al sur de Londres que en 1967 encontró la muerte producto de un
incendio que no pudo ser explicado por los bomberos que señalaron al
encontrar su cuerpo “Había una hendidura de cuatro pulgadas en su
estómago y la llama que emanaba de esa hendidura de cuatro pulgadas era
como una antorcha. Era una llama azul. La llama provenía del propio
cuerpo, desde su interior. Estaba ardiendo literalmente de adentro hacia
afuera...” Bailey había estado consciente mientras se quemaba hasta
morir y había pruebas que sugerían que había estado convulsionando en
agonía mientras el fuego lo consumía. Había mordido el poste en las
escaleras, que estaba hecho de caoba sólida y sus dientes estaban
incrustados tan profundamente en la madera que su boca tuvo que ser
abierta por el cuerpo de bomberos para quitar la cabeza. El único daño
de incendio en la casa estaba en el suelo, justo debajo de donde el
cuerpo había estado ardiendo, ni siquiera sus ropas se vieron afectadas.
Después de revisar el caso, los bomberos londinenses consideraron que
su muerte se debía a "causas desconocidas". Robert Bailey era
alcohólico.
Robert Bailey era un indigente que habitaba un lugar abandonado
Otro caso curioso y muy importante para la valoración de este fenómeno
ocurrió en Galway, Irlanda el 22 de diciembre de 2010 y afecto a Michael
Faherty quien tenía setenta y seis años cuando fue encontrado por su
vecino luego de ser este despertado por una alarma de incendio y notar
que salía humo de la vivienda de Faherty. El fuego que consumió a
Michael Faherty solo daño el suelo donde se encontraron las cenizas de
su cuerpo. Los investigadores caratularon el caso como muerte por
“combustión espontánea” uno de los pocos casos donde se ha aceptado este
fenómeno como caso “real” y oficial de muerte de una persona.
El caso de Michael Faherty es uno de los pocos reconocidos como "Combustión Espontánea"
Uno de los últimos casos mediáticos ocurrió en 2013 y afectó al niño
Rahul que a sus 2 años de vida ya se había incendiado 4 veces. Rahul
oriundo del estado indio de Tamil Nadu tenía solo nueve días de vida
cuando se “prendió” por primera vez en presencia de su madre. Los
exámenes médicos e investigaciones policiales descartaron todo tipo de
abuso hacia el niño. El pediatra tratante de Rahul, el Dr. Narayana
Babu, luego de hacer múltiples pruebas al niño, sostuvo la tesis que
Rahul parecía emitir algún tipo de gas altamente combustible a través de
los poros de su piel, aunque nunca estuvo del todo seguro. Los vecinos
de la familia de Rahul llegaron a pensar que el niño estaba poseído por
el demonio.
El bebe indio Rahul
Existe una gran cuota de escepticismo en el público y en la ciencia
sobre este fenómeno ya que han sido muy pocos los testigos presenciales
de la denominada “combustión espontánea” y es probable que la mayoría de
los casos hayan sido simples crímenes que se pretendieron encubrir
mediante falsas justificaciones de combustión espontánea.
Wow muy interesante el tema, da para pensar porque claro, tiene sentido lo de la hipótesis de las personas alcohólicas al tener algo tan inflamable dentro de sí pero el niño de la india invalida ese razonamiento, y quedan más dudas de por qué a algunos les pasa de tan pequeños y a otros les sucede de golpe llevándolos a la muerte con una edad avanzada.
ResponderEliminarY lo curioso es que son mas de 300 casos reportados en los últimos 3 siglos, pero, ¿Imagina la serie de casos que han existido desde siempre incluyendo los no reportados? Lo del niño indio pareciera ser una verdadera maldición, ellos creen que un karma puede ser heredado de un antepasado. Quizás cuando la mente se expande se pueden liberar una serie de habilidades anómalas que resultan ser todo un misterio hoy en día. Saludos Kaede!
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